Conoce las costumbres más representativas de este hermoso festejo y descubre el origen e historia de sus emblemáticos símbolos.

Este 22 de julio del 2024, con motivo de la hermosa celebración de la Guelaguetza en el estado de Oaxaca, DeCorazón México fuimos nombrados ganadores en el concurso de La Feria de Las Flores de San Angel, organizada por el Museo Casa del Risco. Este premio nos permite seguir difundiendo y defendiendo el trabajo de los artesanos más remotos y destacados del estado.

La decoración estuvo ataviada coronas de vivos colores. Su forma nos recuerda a los adornos coloridos de los vestidos tradicionales con los que cada año, mujeres miembres de las 8 regiones de Oaxaca, se reúnen para representar a sus pueblos con bailes y llamativas prendas.

También, en nuestra banca azul, junto a la entrada, creamos un tiliche para dar la bienvenida a visitantes de todo el mundo. Estos personajes, que bailan con pasos excéntricos y extravagantes, son una figura emblemática de las famosas calendas oaxaqueñas, y simbolizan la fiesta de los trabajadores.

¿Qué es la Guelaguetza?

El colorido festejo forma parte de los continuos cambios culturales que se viven en Oaxaca desde hace siglos. Lo que hace tiempo era una fiesta de intercambio, ahora es una celebración que se conoce en todo el mundo.

La Guelaguetza es un festival que se centra en los nombrados “Lunes del Cerro”, evento que se celebra cada lunes después del 16 de julio. Durante estas fechas, en todo el estado se realizan los famosos “convites”, los cuales consisten en eventos lúdicos como bailes, música, marmotas y mojigangas.

Su historia cuenta con numerosas contradicciones y encuentros, ya que sus prácticas tienen orígenes tanto españoles como de los pueblos prehispánicos, particularmente de los miembros del barrio de Xochimilco, quienes rendían culto a los dioses Ehécatl, dios del viento, y a Xilonen, diosa del maíz.

De igual manera, parte de la tradición también tuvo influencias del Corpus del Carmen. Un evento que consistía en sacar a los santos patronos, titulares de cada pueblo, y así visitar el barrio correspondiente a su patronato. Este evento, antes celebrado únicamente por los colonos españoles, fue adoptado y transformado por las comunidades indígenas, cambiando así la tradición con elementos locales únicos.

Este evento sirvió particularmente como tierra fértil para el comercio local. Ya que abría espacio para que artesanos de diversas prendas y piezas artesanales pudieran ofrecer su mercancía a los pueblos aledaños. La Guelaguetza, con sus colores, bailes y música, se ha convertido en un símbolo de unidad y orgullo para Oaxaca, preservando la esencia de su herencia cultural mientras se adapta a los tiempos modernos.