DeCorazón México acaba de abrir sus puertas a su nueva colección de Cerámica proveniente de Mata Ortiz, Chihuahua. Cada pieza es diferente, con numerosos símbolos que comunican su cosmovisión y su modo de vida. Conoce este trabajo emblemático, que recupera la tradición alfarera de una civilización antigua, situado en los adentros de la Sierra Chihuahuense.

Te ofreceremos la historia de Casas Grandes, una región que carga su legado cultural en la cerámica.

Mata Ortiz, una región en el Norte del Valle de México

En el pequeño pueblo de Mata Ortiz, ubicado al sur de Paquimé, Chihuahua, se mantiene viva una tradición alfarera que ha capturado la atención de coleccionistas y expertos en artesanías mexicanas de todo el mundo. La cerámica de Mata Ortiz es el resultado de un proceso que combina historia, técnica y creatividad contemporánea, logrando piezas de una belleza singular.

Orígenes: Un Enlace con la Cultura Paquimé

La cerámica de Mata Ortiz tiene sus raíces en la antigua cultura Paquimé, una de las más influyentes del norte de México entre los siglos XIII y XV. Paquimé, también conocida como Casas Grandes, fue un importante centro comercial y cultural que conectaba a Mesoamérica con las culturas del suroeste de Estados Unidos. Esta ciudad prehispánica destacaba por su impresionante arquitectura, complejos sistemas hidráulicos y, sobre todo, por su cerámica.

Juan Quezada, creador de la alfarería de Mata Ortiz

Una Civilización Alfarera

Los habitantes de Paquimé perfeccionaron la técnica de alfarería a un nivel avanzado para su época. Producían cerámica decorada con diseños geométricos y simbólicos que tenían una profunda conexión con la vida cotidiana y las creencias religiosas. Las piezas originales de la cultura Paquimé eran elaboradas con un estilo único, caracterizado por su forma y simetría, junto con el uso de pigmentos naturales obtenidos de minerales locales. Estos elementos visuales y técnicos siguen presentes en la cerámica de Mata Ortiz, que rescata los patrones y métodos ancestrales

El Redescubrimiento por Juan Quezada

Fue en los años 70 cuando Juan Quezada, un artesano autodidacta de Mata Ortiz, redescubrió y perfeccionó las técnicas utilizadas por la cultura Paquimé. Mientras caminaba por las cercanías del pueblo, Quezada encontró fragmentos de cerámica de Paquimé y se propuso entender el proceso detrás de esas piezas. Sin manuales ni referencias, pero con una curiosidad y dedicación excepcionales, Quezada comenzó a experimentar con el barro local, reproduciendo las técnicas de cocción y decoración que los antiguos paquimeítas usaban.

Su trabajo no solo revivió una tradición que había estado perdida durante siglos, sino que también impulsó a la comunidad local a seguir su ejemplo. Hoy, más de 400 artesanos en Mata Ortiz producen piezas únicas de cerámica, que se han convertido en un referente dentro del mercado de artesanías de México.

El Proceso Creativo: Una Tradición Viva

El proceso de creación de la cerámica de Mata Ortiz es completamente manual, siguiendo el legado de la cultura Paquimé. El barro, extraído de la misma región, se selecciona cuidadosamente por su textura y es moldeado a mano, sin torno, para formar las vasijas y cántaros. Los diseños, aplicados con pigmentos naturales obtenidos de minerales locales, presentan patrones geométricos y colores que van desde ocres hasta negros profundos. La cocción se realiza en hornos improvisados al aire libre, lo que da a las piezas un acabado único y natural.

Las piezas de cerámica de Mata Ortiz abarcan desde los tradicionales cántaros grandes de barro hasta cajetes más pequeños y funcionales. Aunque cada pieza es única, todas comparten una alta calidad de acabado y una simetría sorprendente, considerando que se moldean sin la ayuda de tornos.

Es común que los diseños de estas piezas presenten formas geométricas que evocan la iconografía Paquimé, pero también se han integrado elementos contemporáneos que hacen que cada obra sea relevante tanto en colecciones de arte como en la decoración de interiores.

Dónde Comprar Cerámica de Mata Ortiz

Para visitar el pueblo de Mata Ortiz, es necesario adentrarse en el desierto Chihuahuense, donde los montes de la Sierra Madre marcan el paso de la carretera, hasta una plaza que carga con decoraciones de las figuras geométricas, animales, personas y paisajes que definen este trabajo. En DeCorazón México, ubicada en Plaza San Jacinto No. 20, CDMX, te vitamos a conocer un poco de la cerámica en la región y así, familiarizarse con los iconos del norte. Esperamos disfruten de nuestras piezas, que elegimos con mucho entusiasmo.