Alebrijes Tradicionales: Un Arte Vivo de México

En México, un país lleno de cultura y tradición, los alebrijes se han convertido en un símbolo de identidad y creatividad. Sus vivos colores y formas sinuosas, inspirados en la naturaleza y los sueños, agregan misticismo a este arte popular. Originados en la Ciudad de México, los alebrijes encontraron su segundo hogar en Oaxaca, donde se fusionaron con la ancestral técnica de talla en madera, creando una tradición artesanal única.

El Origen de los Alebrijes

El término “alebrije” nació de un sueño del cartonero Pedro Linares López en 1936. Mientras estaba enfermo, soñó con un bosque lleno de criaturas fantásticas que gritaban “¡Alebrijes! ¡Alebrijes!” Estas figuras oníricas, una mezcla de diferentes animales, lo inspiraron a recrearlas con cartón y papel maché, usando técnicas tradicionales de cartonería. Los primeros alebrijes eran criaturas ligeras, pintadas con colores vibrantes y patrones geométricos.

La Llegada del Alebrije a Oaxaca

La tradición oaxaqueña de los alebrijes comenzó cuando artesanos del estado adaptaron esta idea y la combinaron con sus propias técnicas de talla en madera, particularmente en San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajete. Esto ocurrió debido al intercambio cultural entre artistas y artesanos de diferentes regiones de México. La madera de copal, abundante en Oaxaca, fue el material elegido para tallar estas figuras, ya que es fácil de trabajar y tiene propiedades espirituales en las comunidades indígenas.

Manuel Jiménez: El Padre del Alebrije Oaxaqueño

Manuel Jiménez, nacido en 1919 en San Antonio Arrazola, es considerado el pionero de los alebrijes tallados en madera. Desde niño, Manuel mostró interés por la creación artística. Como él mismo relató, su primer acercamiento a la artesanía fue modelar animales en barro mientras cuidaba los animales de su granja. Sin embargo, las condiciones climáticas de la Sierra y la fragilidad del barro lo llevaron a buscar materiales más duraderos. Así descubrió la madera de copal, que se convirtió en la base de su arte.

Con el tiempo, Manuel combinó la tradición local de talla con la idea de los alebrijes de Pedro Linares, creando figuras que representaban animales reales e imaginarios. Estas piezas no solo eran esculturas; eran historias, sueños y un reflejo del paisaje y la cosmovisión oaxaqueña. Aún sin abandonar los animales originales con que comenzó su trabajo, la obra de Jiménez influyó en generaciones de artesanos que siguieron sus pasos, transformando a Oaxaca en la cuna de los alebrijes tallados en madera.

Los Alebrijes y Su Significado Espiritual

Los alebrijes no solo son piezas decorativas; tienen un profundo significado espiritual. Representan guías espirituales y protectores, conectando al artesano y al dueño con el mundo de los sueños y la naturaleza. Los colibríes, ajolotes, serpientes y figuras de animales como tigres, chivos, ranas, venados y elefantes, son algunas de las formas más populares, cada una con su propia carga simbólica. Por ejemplo, los colibríes son vistos como mensajeros de los dioses, mientras que los ajolotes representan la resistencia y la regeneración.

De Oaxaca al Mundo

Hoy en día, los alebrijes oaxaqueños son reconocidos a nivel mundial como emblemas del arte popular mexicano. Su elaboración combina técnicas tradicionales con creatividad contemporánea. Las figuras se tallan cuidadosamente en madera de copal, se lija hasta obtener una superficie suave, y luego se pinta con colores brillantes y patrones que evocan la naturaleza, los sueños y las emociones.

DeCorazón México, un proyecto que difunde el Alebrije Tradicional

Actualmente, los hijos de Manuel Jiménez, Isaías y Angélico, continúan con el legado de su padre, copiano las piezas que comenzaron esta tradición hace muchos años. Con años de práctica y entrega a su trabajo, no sólo se dedican a reproducir los diseños originales como venados, ranas y nahuales, sino que combinan la técnica maderera del machete con pintura de las grecas zapotecas y mixtecas de los alebrijes tradicionales. Pueden encontrar su trabajo en DeCorazón México, ubicado en Plaza San Jacinto 20, Colonia San Ángel.

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