¿Conoces los hermosos papalotes de Francisco Toledo?
julio 15, 2024Por Sebastián Velasco Rallo
Francisco Toledo, nacido en la Ciudad de México el 17 de julio de 1940, fue un artista multidisciplinario y filántropo. Creció en Juchitán Oaxaca, lugar de origen de su familia. Desde niño mostró interés por las artes, la pintura y la escultura, asistiendo al taller de grabado de Arturo García Bustos a los 12 años.
Además de escultor, grabador y poeta, promovió la diversidad cultural y artística del estado oaxaqueño, la defensa de los derechos humanos y la conservación del medio ambiente.
Arte con Propósito Humanitario
Una de las muchas obras con fines humanistas que creó fueron sus hermosos papalotes, los cuales fueron elaborados con papel reciclado. En ellos retrató animales, personas, seres antropomorfos y mitológicos, así como montajes llenos de vida e historias folclóricas.
A pesar de sus bellos diseños, la idea original provino de una historia trágica, como respuesta a la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela Normal Raúl Isidro Burgos, en Ayotzinapa.
Con la colaboración de alumnos de primaria, Toledo diseñó los papalotes, comunicando la búsqueda de los jóvenes. Sugería que “si no eran encontrados en la tierra, a lo mejor aparecerían en el cielo”.
Las piezas gráficas fueron creadas en conjunto con el Taller Arte y Papel de San Agustín Etla, una central hidroeléctrica desmantelada que produce papel natural a partir de plantas de la región desde 1999.
Arte Antiguo y la Naturaleza
Este estudio continuó produciendo papalotes con las placas del artista incluso después de su muerte. Toledo inspiró su obra en el arte aborigen y antiguo de las cavernas australianas. Con este sello personal retrató animales, insectos y personas, con diseños cargados de movimiento, humor y sensualidad.
Sus obras son un bello recuerdo de nuestra humanidad, el mundo que nos rodea y nuestra necesidad de conectar con él. Es una muestra del papel crucial que cumple el activismo en el arte moderno.